
LA REGRESIÓN MUSICAL DE NATALIA LAFOURCADE
A sus 28 años, Natalia Lafourcade ha escuchado de todo. Sonidos distantes como los de Vivaldi, Shakira, Radiohead, Fela Kuti y Agustín Lara han pasado sin radicalismos por los oídos de la artista mexicana.
Con motivo de su próxima presentación en Bogotá, Natalia Lafourcade presenta en Cartel Urbano los fondos musicales que la han acompañado a lo largo de su vida.
Infancia
“Cuando era chiquita escuchaba mucha música clásica por mis papás. No me gustaba mucho la verdad. Escuchaba a Bach, Satie, Mozart. Mi papá escuchaba mucha música del Renacimiento, mucho clavecín. Todo súper clásico. Mis obras favoritas eran: Las 4 estaciones (Vivaldi), Pedro y el lobo (Prokófiev), El lago de los cisnes (Chaikovski), y Cri-Crí me encantaba”.
Niñez
“Luego, como la música clásica no me gustaba, yo escuchaba cosas como Micro Chips. Y mis papás se infartaban, me decían: ‘¡Cómo oyes esto!’ También Flans y Tatiana, pero no cuando le cantaba a los niños, sino cuando cantaba todo ochentera. Cosas así que veía siempre el domingo”.
Adolescencia
“Cuando tenía 15 años escuchaba lo que sonaba en la radio. Como todavía no teníamos internet ni nada, pues escuchaba lo que tenía al alcance. Entonces mis gustos eran muy amplios, me gustaba desde Red Hot Chili Peppers, U2, Jamiroquai y Bjork hasta Shakira, Christina Aguilera, Mariah Carey y Mercurio. Recuerdo que el disco Pop de U2 enterito me marcó como dos años, lo escuchaba a diario. El Pies descalzos de Shakira: es lo máximo ese disco, de mis top ten lo juro”.
Fotos: Hugo Rubiano
“Luego de esa época conocí a Juan Manuel Torre Blanca, que es mi hermano, mi mejor amigo. Nos conocemos como desde hace 15 años. Él me empezó a pasar otra música que ocasionó que mi primer disco (2002) fuera tan ecléctico. Me pasó de todo. Jazz: Billie Holiday, Louis Armstrong, Ella Fitzgerald, Etta James; me mostró mucho de eso. Fiona Apple, PJ Harvey, Radiohead. Discos que me marcaron en esa época, por ejemplo, el Kid A de Radiohead, enterito, y el Amnesiac. Eran así discos de ‘cajoncísimo’; son de mis favoritos de toda la vida”.
Juventud
“Antes de mi segundo disco (2005), me fui a Canadá y conocí a muchos músicos de blues. Empecé a conocer el blues súper viejito: Taj Mahal, Robert Johnson. Comencé a influenciarme un poquito de folk. También mucho afrobeat, escuchar Antibalas, Fela Kuti, Femi Kuti. Mucha música antigua. Soundtracks, muchos soundtracks como el de Amelie, en el que Yann Tiersen me influyó muchísimo con su música”.
“Para mi tercer disco (2007) estaba escuchando mucha música instrumental. Mucho Debussy, Gershwin, Satie. En esa época volví a mi infancia totalmente. Has de cuenta que tuve una regresión musical a mis raíces, por eso el Hu Hu Hu (cuarto disco, 2009) es tan infantil y tan ‘volado’. Regresé a la libertad creativa, de que nada te pone un límite y juegas con todo.
Hora de compartir y Azul son dos canciones que encierran muy bien el concepto del Hu Hu Hu entero. Para ese disco Marco Moreno y Ernesto García, dos amigos que son mi dupla de trabajo constante, metieron todos los instrumentos que pudieron conseguir prestados en una casa en Cuernavaca, y nos fuimos un mes y medio ahí. Y jugamos, y jugamos y jugamos con la música. Grabamos todo lo que pudimos”.
Adultez
“En esta última etapa, por lo de mi próximo disco homenaje a Agustín Lara, tuve la influencia primera de él y mucha música de México. Empecé a descubrir lo maravilloso de la música en español. Antes era pura música en inglés y casi no cosas en español, más que Julieta Venegas, Café Tacvba, cosas que todos conocemos; pero no me había echado un clavado en Toña La Negra, La Lupe, Chavela Vargas, Lola Beltrán, tantos intérpretes y música de años atrás que yo no conocía. La primera canción de Agustín Lara que me enganchó fue Farolito. Esa fue la que dije ‘wow, qué hermosa canción’".