
Los 10 mejores álbumes de la década
Tomado del blog El Destilador Cultural (España)
Tras el exhaustivo y riguroso repaso que mi compañero Sally Cinnamon hizo sobre los discos más representativos de la década, al servidor se le quedaron las ganas de realizar su personal lista de los diez mejores.
Y en esto consiste esta entrada, en resumir los que para mí han sido los diez álbumes de los 00’s. Una lista donde cabe la electrónica, el indie, el rock y el hip hop, los grandes géneros que han dominado la pasada década, y que de bien seguro, seguirán marcando los próximos años.
Un período que para el que escribe ha sido rico, heterogéneo y en que los límites entre géneros han quedado más expuestos que nunca a la manipulación. Unos diez años que nos han hecho recuperar el optimismo hacía la música, a pesar de que la industria se esté yendo a pique.
En esta década hemos visto surgir una generación de artistas que perdurarán en el tiempo, y que de aquí algunos años alguien los volverá a reivindicar, tal y como ellos han hecho con el legado musical que las anteriores generaciones les habían dejado. A algunos de estos artistas les debemos habernos deleitado con las siguientes joyas.
10. MGMT - Oracular Spectacular
El dúo de Brooklyn formado por Ben Goldwasser y Andrew Van Wyngarden’s llevaba en esto de la música desde que se ambos se conocieron en la universidad en el ya lejano 2002. No obstante el acrónimo de MGMT no empezó a popularizarse por todo el globo hasta el 2008, fecha en que sus irresistibles singles Time to Pretend y Kids se adueñaron de las líneas musicales. Pero su álbum debut Oracular Spectacular era mucho más que dos poderosos singles, de hecho el resto de sus canciones se mantenían al nivel de los dos conocidos temas, o incluso por encima.
Como ese The Youth con un sonido tan marcadamente Bowie, o la estupenda Weekend Wars que nos recuerda a los Stones de su etapa psicodélica (Their satanic majestic requests) o la electrificante Electric feel con ramalazos a lo Prince. Sin duda Oracular Spectacular bebe de muchísimas referencias de los sonidos sesenteros y setenteros, pero es su habilidad para crear un patchwork fresco y definitorio de lo que supone la nueva psicodelia lo que lo convierte en uno de los mejores debutes de la extinta primera década del siglo XXI. Veremos si sólo quedan en ésto o siguen dándonos fines de semana de guerra cósmica.
9. Animal Collective – Merriweather Post Pavillion
A pesar de estar lanzando cápsulas de su personal sonido desde los inicios de la década, a los Animal Collective no les ha llegado el reconocimiento que se merecían hasta el pasado 2009, cuando encumbraron su Merriweather Post Pavilion en lo más alto de todas las listas. Pese a que su Strawberry Jam (y su excelente Peacebone) ya debían ser alzado a los puestos de honor, la virtud de este último trabajo es que consiguieron amoldar todo su sonido experimental en una estructura pop digerible para todo el público. El resultado es asombroso, sorprendente y único. El mismo parece haber estado concebido mediante un tarde de ácido en la casa campestre que comparten Syd Barret y Brian Wilson. Casi nada.
8. The White Stripes – Elephant
The White Stripes acogieron todo el sonido rock, garage, blues y otras influencias de la estampa musical norteamericana para crear su propio sello distintivo e inconfundible, pese a no inventar nada nuevo. Pero resulta meritorio que con la batería de Meg White, y la guitarra afilada y potente de Jack White lograrán construir Elephant, un potente álbum que incorporaba toda la esencia rock, destilada en himnos como Seven Nation Army o perlas de la talla de I just don’t know what to do with myself o The hardest button to button.
7. Bloc Party – Silent Alarm
Sin duda uno de los grupos surgidos en la pasada década que mayor decepción ha causado en la escena indie. Ya que parece mentira que Okereke y los suyos hayan desgastado de tal manera el sonido intenso, afilado y potente de su excelente álbum debut, Silent Alarm. Su puesta en escena suponía píldoras energéticas de la mejor tradición post-punk.
Este grupo londinense nos despertó la llama interior con catorce irresistibles cápsulas de desenfreno y baile donde los instrumentos se agolpaban al unísono, y donde sobresalía la voz de su cantante al ritmo frenético marcado por Matt Tong. Temas como Helicopter, She’s Hearing Voices o Like Eating Glass son el mejor legado de esta banda venida a menos.
6. The Strokes – Is this it
En los albores de la década uno veintañeros descarados pusieron otra vez Nueva York en el centro de la atención musical. Su sonido era una mezcla potente de la Velvet, riffs garagajeros y la suciedad rockera en pura esencia. The Strokes y su Is this it escenificaron la llegada de una nueva escena capaz de dar buenos frutos, pese a que luego la estrella de la banda se fue apagando. Por suerte este álbum siempre nos brindará grandes momentos de rabia y energía rockera, y mucho sabor a guitarras levantando el polvo en tugurios clandestinos.
5. Kanye West – The College Dropout
La figura de Kanye West ha ido recogiendo demasiados sentimientos adversos (y no es que no se los haya buscado), pero a banda de esto West ha demostrado con tan solo cuatro trabajos de estudio ser un excelente productor y gran MC. Y ya lo anticipó, y de sobrada manera, con otra de las opera primas más gratificantes de la década 00.
College Dropout fue un catálogo fresco y inspirador del apareamiento entre el hip- hop y el pop. Los más ortodoxos temieron la jugada de este intrépido joven de Atlanta, pero temas del calibre de Jesus Walks, Trough the Wire o Last Call evidenciaron que pocos resistirían el encanto del nuevo rey midas del hip-hop (siempre con el permiso del gran Jay-Z). La carrera de West ha sido algo errática tras ese compacto e imprescindible debut, pero con su segundo trabajo Late Registration también logró un resultado admirable.
4. Burial – Untrue
Hacía algún tiempo que los expertos en electrónica alertaban de que en el sur de Londres se mascaba un nuevo sonido. Los menos sabedores nos quedamos atónitos cuando ese sonido, el dubstep, se propagó en nuestros hogares. En buena parte gracias a la propuesta de un extraño ser que emitía ese absorbente y hipnotizante música surgida de las profundidades del Londres más oculto, alguien que se hacía llamar Burial. No obstante tras el milagroso debut homónimo, Burial mostró un poco más de su arte con el mayúsculo Untrue.
Este LP supuso un impacto emocional de difícil descripción, los beats, las texturas, y las capas y capas de atmósferas de este artista londinense te sumergían en un Londres engullido por la niebla, húmedo hasta la extenuación, y con sonidos que parecían emerger desde el underground más oscuro de la capital británica, siempre desde las horas más nocturnas. Con este disco, Burial anticipó el sonido del futuro, o al menos, creó una música única e incomparable con nada visto hasta ese momento.
3. Radiohead – Kid A
A Radiohead pocas metas le quedan a conquistar en el mundo de la música. Si en los 90’s ya se erigieron como una banda esencial de la música independiente, en los 00’s se han reinventado, y seguros de sí mismos, hasta han regalados su trabajo a los fans. Pero sin duda su disco más importante en este tiempo ha sido Kid A.
De manera acentuada los beats, los drones y loops se filtraron por el sonido de la banda, como si llevaran toda la vida practicando ese sonido. Cada vez que el oyente se entrega Kid A, éste le arrebata con su sonido hipnótico y absorbente, con los arreglos inesperados, con las fuertes melodías y con la cadencia de beats que se instalan en tu caja torácica mientras su armonía te acaricia. Todo esto, y más, es lo que encontramos con la escucha de temas como “Idioteque”, “The National Anthem”, “Everything in its right place”, o en todo Kid A.
2. Daft Punk- Discovery
Pocos podían imaginar que este dúo francés sería capaz de alentar las euforias desatadas con Homework, pero la verdad, es que con su siguiente trabajo (Discovery) los enigmáticos Daft Punk parecían surcar los cielos con su maquinaria atronadora de hits golosos. Puede que para el recuerdo quede el “One more time”, por haberse colado en las salas de baile del planeta.
Pero Discovery es un amalgama de la mejor música de baile: desenfrenada, llena de ritmo y con una producción celestial. Cualquier canción que se coja merece ser bailada con frenesí hasta altas horas de madrugada. Y es que este dúo referente de la electrónica más bailable parecía fabricar temazos como el que hace un arroz hervido.
1. Arcade Fire – Funeral
El año 2004 nos llegaron unas brisas inspiradoras desde las costas de Montreal, allí un super grupo liderado por Win Butler se habían sacado de la chistera Funeral. Uno de esos álbumes con lo que los agnósticos del indie rock se vuelven creyentes extremistas. Esta obra era un canto emocional sin precedentes, con unas melodías perfectamente vertebradas en unas estructuras multi instrumentales de intenso clímax.
Y es que escuchar temas como Neighborhood # 3 (Power Out), Rebellion (lies) o Wake up le llenan a uno los pulmones, la euforia que desatan los canadienses con cada tema (y en sus directos) embriaga de tal manera que a uno le entran ganas de invadir Polonia (parafraseando a Woody Allen). Si Arcade Fire no solamente han supuesto la irrupción más celebrada de esta primera década, sino también un referente en la escena, entonces Funeral tenía que ser el mejor álbum de este período.
Menciones de honor
Me permito mencionar también estos dos grandes álbumes. Olvidarme de ellos sería una injustica, dado lo cerca que han quedado de entrar en la lista de 10.
Sigur Rós – Ágaetis Byrjun
Parece inconcebible que en un país con tanta poca gente como Islandia salga tanto genio musical, y aún más que una de esas bandas se haya convertido en un grupo de referencia para muchos. Los islandeses Sigur Ros alcanzaron su madurez creativa con el sabroso Ágaetis Byrjun. La intensidad emocional y la épica quedan patentes en este álbum.
Sigur Ros demostraron una asombrosa capacidad para adornar su sonido con instrumentos orquestrales, y con ello hacer música sugestiva, que evoca sentimientos e imágenes. Además se han permitido el lujo (hasta su último trabajo) de conquistar otros mercados cantando en el idioma local.
Tv on the radio – Return to Cookie Mountain
Este grupo neoyorquino engendran un sonido característico a través de pasar por la turmix cantidad de estilos y referencias, tantas que uno ya no sabe si etiquetarlos como post-punk, indie electrónico, a neo soul o pop experimental. Pero la verdad es que las potentes píldoras que fabrican este multirracial grupo es envidiable, y su máximo apogeo llegó con Return to cookie mountain, y al siguiente año con el excelente Dear Science.
El que aquí nos ocupa resulta ser un redondo álbum, construido de forma muy compacta pese al collage de sonidos utilizado, y que para el recuerdo deja temas como el hiperbólico “Wolf like me”.