
Virus tropical vol. 3
Paola Gaviria (powerpaola) fue la primera persona que se le midió a hacer una novela gráfica en Colombia. Su obra Virus Tropical es la única en el país que explora este género, que mezcla lo gráfico con lo literario y que, contrario a lo que muchos piensan, no es sólo para niños o adolescentes en cuerpos de adultos.
Virus Tropical es una novela autobiográfica. Narra la historia de una familia de clase media residente en Quito con un padre ex sacerdote, una madre mucho menor que él y dos hijas.
Aun cuando se sometió a una ligadura de trompas, la madre descubre que está esperando una tercera hija (Paola), quien explica su inusual llegada al mundo como un Virus Tropical, y nos muestra su honesta y particular manera de ver la realidad, a través de tres entregas en las que recorre varias ciudades de Latinoamérica y el mundo mientras se descubre a ella misma.
La tercera parte de esta obra, de editorial La Silueta, fue lanzada el pasado 16 de junio. Cartel Urbano habló con su autora.
¿Por qué decidió publicar bajo este formato de novela gráfica?
Siempre he trabajado el dibujo y explorándolo fue que llegué a la historieta. Cuando me acostumbré a la historieta, decidí lanzarme a hacer una novela gráfica, que realmente es una historieta larga.
Quise hacer Virus tropical porque estaba publicando una página semanal en un blog argentino que se llama Historietas reales. Aprovechando el formato y la idea de publicar algo semanal, decidí arriesgarme con este formato.
¿Qué tan difícil fue narrar y sintetizar los momentos importantes de su vida?
Todo se fue dando muy con el mismo dibujo, fueron cosas que no planeé, ni siquiera sabía muy bien cómo iba a contar todo y cada semana lo fui descifrando. Pensé que no me iba a acordar de muchas cosas.
Es una novela y así quiero que sea. Ciertas cosas las exageré y otras no se cuentan porque no hacen parte del flujo de la historia.
Su trabajo siempre ha sido autobiográfico. ¿Ha pensado en hacer historias sobre alguien más?
He intentado hacerlo de otra forma y no me sale. Pienso que hay algo que me obliga a indagar dentro de mí para entender el mundo. A mi me encantaría contar algo que no fuera autobiográfico pero no sé cómo, porque me siento casi como mintiendo.
¿Por qué, en términos gráficos, cada entrega de Virus Tropical es diferente a la anterior?
No fue decisión mía, sino de la editorial. Ellos también buscaban experimentar, al ser la primera novela gráfica publicada en Colombia y querían algo que no se hubiera hecho antes. Así que me preguntaron, ¿por qué no hacerlo a color? Y dije “Si, ¿por qué no?, ¿qué importa?
También es porque en cada entrega Paola va creciendo, entonces cada libro es más grande.
A menudo han comparado su trabajo con Persépolis, de Marjane Satrapi. ¿Qué piensa de esta comparación?
Sí, obviamente, mucha gente me ha dicho eso y si me siento muy influenciada por ella, aunque también me basé en otras mujeres historietistas, como Julie Doucet (My New York Diary), Debbie Drechsler (Daddys Girl), Noga Rauch (Sweet 26), y Ulli Lust.
En cuanto al caso particular de Persépolis, me ayudó a armar el esqueleto, pues cada capítulo tiene un tema. Pero Marjane Satrapi es como más íntegra, su historia es mucho más profunda por el país en el que ha vivido, políticamente hablando.
Pero no fue sólo ella. Muchas mujeres historietistas han inspirado mi trabajo.
De su trabajo también se ha dicho que tiene una mirada muy femenina. ¿Cómo cree que se manifiesta esa visión?
Hay una forma de narrar muy particular de las mujeres, y es que es muy enfocada en los detalles. No intento generalizar, pero un hombre abarca más el espacio, mientras que uno se enfoca más en los pequeños detalles.
Pero lo divertido es que siempre está esa cosa que dice que si una mujer hace algo entones es femenino, pero cuando un hombre hace algo no se le pone la etiqueta de una “mirada masculina”.
En ese sentido, mi trabajo es muy humano, simplemente estoy contando una historia de una situación particular de una familia que está rodeada de mujeres, tal vez eso es lo que lo hace muy femenino.
En Colombia es prácticamente inexistente la industria de historietas y novelas gráficas, ¿Qué cree que hace falta para impulsarla?
Pienso que se necesita más disciplina. Hay mucha gente haciendo cosas increíbles pero no se lanza a hacer algo más extenso. Siempre son cosas cortas, porque también es difícil sobrevivir de esto, en un país donde nadie lee y mucho menos historietas. Todavía se cree que son sólo para niños y a nuestro país llegan muy pocos ejemplos, y los pocos que llegan son muy caros.
¿Qué le pasa a Paola en la tercera entrega de Virus Tropical?
En ésta uno encuentra a Paola ya grande, como adolescente en Cali. En los 90s había una situación en Colombia con la mafia. Yo venía de un lugar de colegio de mujeres en Quito, y llego a Cali con un colegio nuevo, con mi acento ecuatoriano.
Fue un cambio súper brusco porque en Quito, en esa época, las mujeres eran mucho más cerradas y llegué a Cali, donde las mujeres hablaban de su vida sexual y de los hombres que les gustaban de una forma natural, para mí eso era nuevo.
Ahora que terminó Virus Tropical, ¿tiene pensado algún otro proyecto?
Quiero continuar con lo autobiográfico pero también quiero hacer algo que no tenga nada que ver conmigo, sólo dibujo sin texto. Cuando se acaba esta novela, la vida continúa, así que me gustaría hacer otra historia, pero que no sea continuación de Virus tropical, sino que se pueda leer independientemente.
Escuche aquí la que para Paola es la banda sonora de Virus Tropical.