Con paredes de tres metros de grosor, puertas de 300 kilos, zonas de cuarentena y hasta un perímetro de varillas afiladas para ensartar cráneos fue construido un búnker anti zombis en Cánoves, en la provincia de Barcelona (España).

En él podrían vivir entre seis y doce personas durante un año, según le dijo a BBC Mundo Dani Baró, quien construyó el búnker. Y aunque Baró no está infectado por ningún virus, es un aficionado a los libros y películas de terror. "No creo que exista una amenaza que acabe con el mundo y menos zombi aunque muchos sí lo creen. Lo mío es un hobbie, frikismo puro". 

Baró le ha incorporado su toque personal, al añadirle un tobogán con via a crematorio y un aspersor que expulsa ácido clorhídrico para derretir el cerebro de los zombis.También cuenta con cámaras de vigilancia y hasta un vehículo anti zombi.

El proceso de construcción del búnker inspiró el documental El último refugio, de Solanium Films, y puede verse también en el blog de Baró (en catalán).

"He pensado en traer ejecutivos estresados que buscan sensaciones nuevas e incluso simular un ataque zombi. No creo en los zombis pero en muchos sentidos hemos construido una sociedad zombizada", dice Baró en el documental.

Vea también: Invasión zombi.

Con información de BBC Mundo. Foto: Búnker anti zombi.

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