Hablamos en La Habana con una de las bandas disidentes más reconocidas de Cuba. Enemigos número uno del régimen de los Castro y vigilados las 24 horas por la policía de la isla, sus integrantes, en lugar de tener miedo, enfrentan con coraje los perros guardianes de la Revolución. 

Por Alfredo Lorenzo. Edición 41. 

El punk es libertad musical. Consiste en decir, hacer y tocar lo que quieras”. Pese a ser un ícono del punk latinoamericano, la banda cubana Porno para Ricardo escapa a esta definición de Kurt Cobain, ya que el gobierno de su país la vigila constantemente y censura sus canciones.

Porno para Ricardo nació en La Habana en 1998. Conformada por Ciro Díaz (guitarra), Hebert Domínguez (bajo), Renay Kayurts (batería) y Gorki Águila (voz), ha lanzado seis álbumes desde su creación. El nombre del grupo está relacionado con la libertad del individuo para hacer lo que le produzca placer, algo que, en el caso de Cuba, no es fácil, debido a las limitaciones que impone el sistema.

El Estado cubano le prohíbe a Porno para Ricardo hacer conciertos y grabar discos, lo cual no le ha impedido a la banda llamar la atención de los jóvenes de Cuba y de otros países. Su desafío al régimen ha quedado plasmado en letras contestatarias, cargadas de irreverencia y rebeldía.

El coma andante quiere que
yo trabaje, pagándome un
salario miserable.
El coma andante quiere que yo lo
aplauda, después de hablar su
mierda delirante...
Usted es un tirano y no hay pueblo
que lo aguante
No coma tanta pinga,
coma andante.

(De El Comandante, disco A mí no me gusta la política pero yo le gusto a ella, compañero, de 2006, el quinto en su carrera).

Por canciones como esta las autoridades cubanas tienen en la mira a los integrantes de Porno para Ricardo. El Día Internacional de los Derechos Humanos, en diciembre pasado, Gorky Águila desafió la prohibición del gobierno al dar un concierto en su terraza. Luego de algunas canciones, una mano perversa de la seguridad estatal cortó la electricidad de la casa para acabar de tajo con el show.

No es la primera vez que la voz líder sufre la persecución del gobierno. En 2004 lo arrestaron por cargos falsos de posesión de droga, por lo que pagó dos años de cárcel.

Desde el día del concierto en la terraza, conocido entre sus seguidores como “El Balconazo”, instalaron frente a la casa de Gorki una cámara que permite monitorear sus movimientos a todas horas. “Ese dinero que ellos gastan en la camarita es dinero que dejan de invertir en la comida de la gente. Me cago en la madre de Castro y en todo su régimen de mierda”, dijo Águila hace algunos meses en un video publicado en el canal oficial de la banda en YouTube.

Algunos grupos cubanos prefieren componer en inglés para evitar las represalias por el contenido de sus letras, una táctica con la que Porno para Ricardo no está de acuerdo.

–Aquí se habla español –dice enfático Gorki–. La crítica social, los conflictos personales o multitudinarios no los entendería nadie de otra manera. Tenemos que hablar en español para que se comprenda lo que queremos decir, nuestras verdades, cómo pensamos. Y si alguien se identifica con nosotros, felicidades, y a quien no le guste, felicidades también.

Aunque el gobierno permite la realización de unos trece festivales de rock al año (uno de los más famosos es Metal City, en Santa Clara), éstos son organizados por la Asociación Hermanos Saíz (AHS), la cual depende directamente de la Unión de Jóvenes Comunistas, cuyos lineamientos estrictos definen cuáles son los grupos que se pueden difundir en los canales y eventos del Estado.

–Mira, acá en Cuba los músicos saben bien cuál es el precio que hay que pagar por tener ciertas posturas alejadas de las pautas dictadas por esa tropa de burócratas que rigen la cultura nacional –cuenta el guitarrista Ciro Díaz–. Es simple: como por arte de magia desapareces de la vida artística. Te prohíben los conciertos y, además, no puedes grabar con disqueras estatales.

Las bandas que cuentan con el beneplácito de la AHS reciben difusión en las cadenas radiales y apoyo para el montaje de salas de ensayo. Desde luego, no es el caso de Porno para Ricardo, que ya se acostumbró a esquivar las prohibiciones del gobierno y tiene su propio estudio de grabación.

–La idea del estudio surgió en un momento en el que no podíamos interactuar con nuestros seguidores ni grabar discos por la persecución del Estado. La locura cobró vida después de que Gorki vendió mil copias de algunos de nuestros discos durante una gira por Estados Unidos. Con ese dinero, más la ayuda de amigos en Europa y Centroamérica, empezamos a construir el estudio –recuerda Díaz.

En junio del 2010 lanzaron La Paja Récords, una productora y un estudio de grabación.

–Cualquier músico que sienta que el Estado le cierra las puertas de los estudios de grabación puede contar con nosotros –continúa Díaz.

A pesar de las restricciones del gobierno, Gorki mantiene la esperanza de cambio para su país.

–Yo sólo espero que el sueño de nuestro guitarrista se haga realidad – dice–, y que llegue el día en que hagamos un megaconcierto en la Plaza de la Revolución de La Habana, la misma revolución que le da la espalda a nuestra música.

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