A sus 69 años, la británica Ruth Flowers es una exitosa DJ que se ha presentado en decenas de clubes europeos. 

“Prefiero firmar con una compañía disquera que unirme a un ancianato”. Esa es la filosofía de Ruth Flowers, una DJ de 69 años de Bristol,  Inglaterra, que se convirtió en una sensación de los clubes europeos, bajo el seudónimo de Mamy Rock. 

Su primera presentación fue en 2009 con una exclusiva fiesta del festival de Cannes a la que asistieron celebridades como Lenny Kravitz y Mariah Carey. Meses después, se presentó en los Campos Elíseos, en Francia. 

Flowers era una abuela como cualquier otra, hasta que un día en 2005 acompañó a su nieto en su fiesta de cumpleaños en una discoteca en Londres. El guardia de seguridad casi no la deja entrar, pero cuando logró hacerlo se llevó una gran sorpresa. 

“¡Había una atmósfera tan eléctrica! Era algo muy diferente a la música que conocí años atrás. Había una verdadera ósmosis entre la música y las luces que me energizó y me hizo sentir más joven”, dice en su página oficial. 

 Esa noche, cambió su perspectiva de la vida y, pese a que su nieto pensó que estaba loca, se le midió a mezclar. Conoció al productor francés Aurelien Simon, quien la introdujo en géneros electrónicos como el house y la animó a probar suerte en diferentes clubes. “Estuve practicando con nuevas máquinas y fue muy divertido. Ahora puedo hacer que todos muevan el trasero en la pista de baile”. 

Aunque Flowers era más admiradora del rock clásico de bandas como Queen, se enamoró de la electrónica y cree que esa mezcla tan ecléctica es lo que la hace única. "Le enseñé lo básico de la música electrónica y ella incorporó su propio estilo", dijo sobre ella Aurelien Simon en el Belfast Telegraph. 

No hay duda de que esta abuela sabe prender la fiesta. Fue contactada por Adidas  para su fiesta de aniversario número 75 en Milán, Italia. Recientemente lanzó 69, un sencillo inspirado en su edad que contó con la producción de RIZ, que ha trabajado con Britney Spears, Pitbull y Will I Am. 

Mamy Rock admitió a The Telegraph que en su ciudad natal no es muy popular, mientras que en otros países ha causado verdadero furor."No sé por qué hacen tanto alboroto por mi, pero es casi como una adoración (...)la gente trata de abrazarme y me dice que quisiera que fuera su abuela. Incluso me lanzan rosas, lo cual es bastante increíble para una mujer de mi edad". 

Todo parece indicar que seguirá viviendo una vida bastante increíble para sus casi 70 años. Pronto iniciará una gira por varias ciudades de Estados Unidos y una película y un reality show sobre su vida están en proceso. Y aunque no se dedique a hornear galletas o a tejer sacos de lana, es la abuela que miles de fiesteros en todo el mundo desearían tener.  

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