
DJ Karim
“Un vampiro musical”. Así se considera DJ Karim, quien dice tomar lo mejor de cada país para lograr una propuesta ecléctica, en la que mezcla ritmos gitanos y de los Balcanes (Balkan Beats), música electrónica, cumbia, sonidos árabes y hasta punk.
Karim Beldjoudi Kohn es el nombre real de DJ Karim. Nació en Argelia y creció entre el norte de África, Argentina y España. Tiene 24 años y, según la revista Rolling Stone francesa, es uno de los mejores DJ de Europa.
Después de viajar por cuatro de los cinco continentes, Karim se encuentra de gira por varias ciudades latinoamericanas. Bogotá no se ha escapado de su mestizaje musical, pues el DJ ha participado en fiestas como Gipsy Konga y La Folka Rumba Stravagaza.
También se encuentra trabajando en el proyecto Papayera Rockers, que mezcla cumbia y gipsy con música de papayera.
El 1º de octubre se presentará en Casa 15-16 y el 8 estará en Freaky Friday, junto a Villa Diamante, en Bar Be. Karim habló con Cartel Urbano sobre su híbrido musical y cultural (Conozca aquí su música).
Usted creció en varios países del mundo. ¿Qué tanto cree que eso influyó en su propuesta musical?
Mucho. Mi madre, que trabajaba en Médicos sin Fronteras, fue quien me inculcó el gusto por viajar y conocer nuevas culturas. Ha sido una suerte. Por ejemplo, creo que ser argelino me permite conocer y comprender mejor la música árabe. Soy como un vampiro, que toma lo mejor de cada región... en lo musical, claro está.
Con tantos viajes y mestizaje, ¿siente que tiene una identidad cultural o nacional definida?
Sería muy Manu Chao decir que soy “del mundo”, pero creo que es así. Estamos en una era en la cual la identidad cultural es algo subjetivo. Sin embargo, si tuviera que escoger, me siento más latinoamericano, y por eso estoy aquí. Europa me parece muy vieja, con pocas ideas nuevas. Me gustaría vivir en el norte de África, pero no comparto la religión musulmana, que es la que se profesa allí, pues hay mucho machismo y hasta xenofobia.
Por ejemplo, yo soy argelino, pero no me tratan como tal porque me visto a la manera occidental. Además, el islam prohíbe beber alcohol; ¡qué aburrido!
Mientras tanto, en Latinoamérica hay mucho que hacer, mucho que decir. El movimiento de música colombiana en los últimos años, por ejemplo, es impresionante: Bomba Estéreo, Systema Solar, Sidestepper, La 33, La Revuelta, Choc Quib Town... prácticamente hay un grupo colombiano en cada festival importante de Europa y el mundo.
Se le considera uno de los pioneros de la música gipsy (gitana) y Balkan Beats. ¿Cómo empezó con estos estilos?
Los conocí en Barcelona en 2005, y llevo haciendo música con ellos desde 2007. Cuando uno dice gitano o gipsy la gente se imagina algo como The Gipsy Kings o Azúcar Moreno, y eso no es así. El gipsy es toda una corriente que viene de Mongolia, Pakistán, hasta Turquía y el este de Europa.
Siempre han sido una cultura muy reprimida, por eso su música es alegre, de celebración, pero también de resistencia, porque los gitanos son rechazados en Europa.
Otra cosa buena de la gipsy es que se puede bailar como uno quiera, no tiene unos movimientos definidos como la salsa, por ejemplo.
A menudo dice que quiere llevar un mensaje con su música. ¿Cuál es ese mensaje que les quiere dar a las personas?
Que dejen de escuchar tanta música comercial. Que dejen de ver tanta tele-shit y salgan a la calle por un momento a descubrir el mundo que los rodea. Sólo les pido un día, de 365 que tiene el año, para que abran la mente a un género diferente. Si no les gusta está bien, pero aunque sea denme esa oportunidad de mostrarles algo nuevo.
Actualmente, varios grupos y artistas se están inclinando por hacer mezclas e interpretaciones de música del mundo. ¿No teme que se convierta en una moda o algo repetitivo?
Creo que esta tendencia es un reflejo de la hibridación cultural que sufre el mundo. Por ejemplo, ahora en Francia se está oyendo la música árabe, cuando hace algunos años era algo despectivo, sólo para inmigrantes. En Barcelona, varios restaurantes ofrecen platos como “sopa mestiza” para atraer turistas. Hace poco me presenté en Fuji Rock. ¡Hasta en Japón tienen un espacio para la cumbia!
En fin, no estoy en esto por moda. No me estoy inventando nada nuevo porque ya todo está inventado, pero sí intento ponerle mi propio estilo, que ese sí es único.
¿Con quién le gustaría hacer una colaboración?
Con Wendy Sulca… sería buenísimo trabajar con ella.