Ud se encuentra aquí INICIO Musica Charly Garcia Sus Redenciones Y Un Cambio Extremo
Cartel Urbano
M

CHARLY GARCÍA: SUS REDENCIONES Y UN CAMBIO EXTREMO

 

 

Rockero irreverente y músico de genio, Charly García ha dado de qué hablar a lo largo de su carrera por su rigor musical, sus conciertos, escándalos y por su reciente transformación física, producto del exhaustivo tratamiento de rehabilitación al que fue sometido y del que ha salido victorioso, haciendo de su lucha contra las drogas una cosa del pasado.

 

Por Rubén Darío Higuera

La primera redención sucedió a los nueve años de edad. Julieta Sandoval, su profesora de piano, le había enseñado que para conquistar el mundo de la música, para sublimarse, debía ser un mártir: que sólo el sufrimiento, el dolor y el sacrificio lo llevarían a ser un gran intérprete, un pianista inigualable. Pero llegaron los Beatles y con ellos la salvación. Del pozo de la angustia de horas y horas de estudio para interpretar a Beethoven, Charly García pasó a ser compositor, pianista y rockero, y con tan pocos años de edad, luego de algunas peleas con su madre, da al mundo una de sus primeras canciones: Corazón de hormigón. Los estudios siguieron, pero la música clásica fue sustituida por ese universo de guitarras estridentes, fanáticas enloquecidas y cabello largo que representaba el rock de los sesenta. Y con los Beatles, poco a poco, llegaron otros: Rolling Stones, The Birds, Jimi Hendrix, Peter Gabriel.
 
Una segunda redención llegó cuando la convulsión social y política de Argentina vestía a todos los jóvenes de uniforme y los preparaba para la lucha. Charly estudiaba en el colegio Dámaso Centeno, de donde salían muchos jóvenes sin más opción que la convertirse en terroristas o militares. Nacen sus primeros grupos: To walk Spanish y Los jóvenes bardos, hasta que junto con Nito Mestre fundan Sui Géneris y obtiene su primer éxito musical con su álbum Vida. Pero en 1971 muy a su pesar, Charly es llevado a hacer el servicio militar. Harto como estaba del regimiento, de los comandantes y oficiales, el soldado García Moreno fue hasta el hospital en donde una de las enfermeras le guardaba la ropa y a quien Charly le hacía mandados, y recibió uno de los muertos para que lo llevara hasta la morgue, pese a haber entendido perfectamente lo que le tocaba hacer, Charly prefirió descansar un poco, y en el segundo piso, en donde era el casino de oficiales, Charly acomodó al muerto y pidió dos Coca-Colas. Esto hizo que lo sometieran a exámenes psicológicos y le dieran de baja, dejándolo libre a inicios del 72 cuando fue declarado persona maniaco-depresiva con personalidad esquizoide. De esta época queda un testimonio vivo en sus canciones Juan represión y Botas locas.
 
Luego de la fundación de Sui Géneris vendría una vida de éxitos a lo largo de su carrera. Agrupaciones como La máquina de hacer pájaros, Serú Girán y varios álbumes en colaboración como Radio Pinti, Tango y Tango 4 le dieron a su vida de músico un tono y un estilo insuperable en la escena del rock hispanoamericano. Junto al éxito llegó también una vida de excesos en donde las drogas y el alcohol llevaron al rockero argentino a ser internado y sometido varias veces a tratamientos de desintoxicación. Hasta que en 2009 se dio a conocer públicamente que Charly había salido vencedor en la pelea contra las drogas, luego de una terapia intensiva a la que fue sometido desde junio de 2008. Su amigo Palito Ortega –cantante, actor y productor- le ofreció su quinta de Luján para que García, aislado y cómodo, tuviera el ambiente propicio para recuperarse: sin medios acosadores, sin giras extenuantes y ante todo, con varios médicos que lo supervisaban día y noche en un ambiente más amable que el de la frivolidad de las clínicas psiquiátricas. Al lado de sus amigos y su novia Mecha Iñigo, Charly alcanzó una nueva redención y al día de hoy sigue siendo el rockero más importante de Argentina y uno de los estandartes del rock en español.
 
Su aparición pública se hizo el 30 de marzo de 2009, cuando sorpresivamente dio un recital en Plaza Belgrano. El show dejó boquiabiertos a los medios y los seguidores ya que, completamente renovado y con un nuevo aspecto, Charly dejó claro que su música está al nivel de los más grandes maestros del rock mundial.
 
Ahora, a sus sesenta años, con veinte kilos de más, un tratamiento estético dental y unos nuevos anteojos, Charly da a conocer no solo un cambio extremo en su vida sino una nueva cara de su música que, para quienes aún no la conocen, podrán escucharla en su más reciente trabajo musical 60 X 60. Bien lo dijo Charly en una entrevista para un medio argentino: “Yo soy músico, no drogadicto”.

Comentar con facebook