
LOS JÓVENES DEL PUNTO, CADENETA Y CRUZ
Los diferentes tipos de tejidos nunca han dejado de ser una tendencia, pero desde 2011 han ocupado la mayoría de las pasarelas en el mundo. Adicionalmente, varios jóvenes en Bogotá han aprovechado esta técnica para darle un toque más actual.
Por: Angélica Parrado Sánchez.
Actualmente el crochet, el punto de cruz, el tejido a dos agujas, y las variaciones de los patrones iniciales nos puede sonar a manta de invierno o a los tapetes de la abuela, pero más allá de una moda o de las temporadas que ofrecen los almacenes, el tejido es una tradición muy interesante y poco explotada que gracias a abuelas, madres y tías no ha muerto y que en Bogotá hoy sigue viva gracias a los jóvenes diseñadores.
Muchos pueden asociar el tejido con lo ‘vintage’, aunque la asociación sea lo de menos, Felipe Torres, Karen Forero y empresas como Le Boutique coinciden en que más que un negocio, cada prenda o diseño tiene un valor que no conoce de tiempo lineal, y no exige, sino despierta el sentido de la paciencia y la creatividad.
Karen y Felipe se han tomado meses aprendiendo a tejer por pasatiempo y por curiosidad. Felipe lo ha hecho por más de diez años y Karen por dos aproximadamente, de intermitentes formas en la práctica han creado nuevos tipos de tejido o de patrón. Para ellos el valor comercial no se compara con la inversión no convencional que tiene una prenda o un accesorio, que al final no proviene de una tradición nativa, pero que igual representa conexiones históricas y generacionales.
Dependiendo el artículo y de la facilidad con la que se maneje la técnica, se pueden demorar días o meses terminando una pieza.
Por otro lado, Le Boutique comercializa modelos tejidos en varios colores, diseños y tallas. Se hacen sobre pedido y sino están completamente terminados se pueden modificar, sin embargo la dificultad para mantenerse en el mercado no con artículos para el frío, sino con artículos que evoquen admiración por el trabajo y el reconocimiento de artes “en vía de extinción” es complicado, principalmente por los precios que implican los materiales de buena calidad, y que por los bajos precios ofrecidos para adquirir prendas industrializadas, la mayoría de la gente rechaza.
No obstante como quién lucha por volver a sus raíces y encuentra en el tejido una excusa para ver los detalles de la vida cotidiana, estos jóvenes a diferencia de las grandes empresas, invierten su dinero y horas enteras a tejer para sus familias, amigos o para ellos mismos, con la intención de dejar una marca de aprecio y valor atemporal en cada persona que a su criterio lo merezca.
Comercialmente, Le Boutique busca innovar y hacer piezas funcionales y únicas que puedan competir en calidad y autenticidad con los grandes almacenes, que finalmente han olvidado todo lo que implica llevar una obra de arte día a día.
Por ahora de forma industrial o artesanal, el tejido seguirá marcando una tendencia y una costumbre que seguirá siendo reconocida como una de las más sofisticadas y creativas.
Fotos de: Tejidos Nimo - Nimo, Le Boutique, Rústikas Tejidos, Bligoo, Thecozyyarn.