Esta marca de joyas y accesorios reutiliza los objetos antes de que vayan a dar a la basura.
Fotógrafo: Andrés Alvarado / Modelo: Daniela Castelblanco / Producción: Cartel Urbano

La búsqueda creativa de Junk va mas allá de un proceso estético. Resalta la importancia de la conciencia medioambiental. Encontrar la belleza en lo simple y, muchas veces, desapercibido, es el propósito de su creadora, Catalina González, diseñadora de modas de LaSalle College, quien rescata los objetos obsoletos y plantea una reevaluación del concepto de basura. “La basura debe ser reciclable. Los objetos tienen más de una vida”, dice.

Catalina comenzó su proyecto hace cuatro años, cuando encontró unas tapas que convirtió en anillos, y, fiel a su postura independiente en el mundo de la joyería, no le afana el crecimiento industrial, sino más bien la forma en la que puede comunicar y expresar sus pasiones respecto al diseño y al arte y sus inquietudes sobre la sostenibilidad del planeta a través de su marca.

Es observadora y recicladora. Recoge lo que le llama la atención y lo lleva al taller que ella misma acondicionó en el que era antes el cuarto de servicio de su casa. Ahora ese es un espacio lleno de herramientas, tornillos, latas, tapas, piernas de Barbie, entre otros elementos de su oficio.

En ocasiones, trabaja con el viejo método del trueque: canjea una joya por algún objeto reciclable antes de que éste vaya a dar a la basura.

Más que una marca de moda, Junk es un sello con espíritu artístico y una forma de experimentación con la vida que ya ha pasado por ferias de arte y diseño como Las Puertas del Cielo.

La aspiración más grande que tiene esta, es ampliar su taller y a largo plazo instalar una planta de reciclaje donde pueda hacer ropa y objetos para la casa. Quiere empezar a vender sus productos en internet porque es consciente de que en otros países existe la cultura del reciclaje y del slow fashion, donde las piezas cargadas de historia cobran mucho más valor que las fabricadas en masa.

Sus joyas oscilan entre los $10.000 y $250.000 pesos.

Instagram: i_love_junk

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