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Durante mucho tiempo la publicidad ha utilizado la figura femenina como excusa para vender; incluso en Europa ya se habla del ‘sexismo hipster’ para describir esa tendencia. Sin embargo, comienza a abrirse campo la teoría del hombre-objeto, porque ahora la mujer es la que tiene el poder. Aquí algunos ejemplos.

Durante décadas la publicidad ha convertido la figura femenina en una herramienta más para impulsar el consumo masculino. De hecho, hace poco el diario El País de España referenció el termino “sexismo hipster” para describir la forma en la cual se ha retomado el estereotipo de la mujer volcada a las labores domésticas.

Campañas lanzadas por marcas como Eden Park, American Apparel y Suitsupply, entre otras, muestran de nuevo la visión machista de la mujer ligada a elementos domésticos para vender ropa con un estilo vintage.

A esta arriesgada, y no muy bien vista, apuesta le han salido referentes que comienzan a explorar otros caminos: la visión del hombre como un objeto. Esfuerzos creativos que reconocen el papel activo y protagónico de la mujer en la sociedad actual. En esa línea firmas como Armani, Dolce & Gabbana o Lacoste, entre otras, explotan la figura masculina para vender sus más recientes colecciones.

La red social AdoptaUnMan.com decidió burlarse de los códigos de la publicidad de la moda invirtiendo los papeles: por primera vez la web “escenifica” a los hombres como “Productos codiciados por las mujeres”. Aquí, ellos son presentados como “objetos para mimar” que pueden ser catalogados como “churros” o “parranderos”.

También se les ha dotado de características de rebaja como “promoción de chocolates” o “liquidación de macancanes”, todo construido para deleitar a las damas con un toque de humor y suspicacia.

Parece ser que el hombre-objeto es la muestra de un paradigma distinto que le reconoce a la mujer su papel de igual a igual en términos de productividad y necesidad de sus satisfacciones. Si no lo cree, mire el catálogo de sugerencias que le propone esta web.