Si su perro o su gato se pierde, este dispositivo le puede ayudar a encontrarlo. La identificación de animales domésticos nos beneficia a todos.

Por Jorge Esteban Benavides Noguera

A la media noche del lunes 25 de febrero, la familia Mendoza Rodríguez recibió una noticia agridulce. Se enteraron que su perro Lucas se encontraba en una clínica veterinaria del norte de Bogotá, después de haber estado perdido durante la tarde; sin embargo, el Husky siberiano de 5 años estaba muerto.

Los dueños de Lucas menguaron la angustia gracias a un microchip que el animal tenía en el interior de su cuerpo. Luego de que nada se pudo hacer por el perro que había sido atropellado por un furgón, en la autopista norte con calle 92, el veterinario lo examinó con un lector de radiofrecuencias que detectó el dispositivo y, así mismo, los datos de contacto de los propietarios del can. Si el perro no hubiese tenido el microchip, la familia tal vez habría padecido una incertidumbre sin punto final.

El microchip le fue insertado a Lucas en una campaña de tenencia responsable de mascotas organizada por el Sistema de Información y Registro de Animales de Bogotá (SIRAB). Esto debido a que en 2010, mediante una resolución de la alcaldía de Samuel Moreno, la Secretaría Distrital de Salud dio inicio al proyecto para implantar dispositivos subcutáneos de identificación en perros, gatos y caballos de la capital.

El SIRAB empezó su primera etapa en el Centro de Zoonosis, en los establecimientos de venta de animales y en campañas ciudadanas. La fase piloto culminó con éxito el año pasado, luego de que se realizaron 10 mil registros en este ‘directorio’ de mascotas. Hoy en día, el programa sigue firme a causa del fuerte compromiso del alcalde Gustavo Petro en temas de protección animal.

Foto: Lucas.

¿Cómo funciona el microchip de identificación de animales?

El SIRAB maneja un procedimiento similar al código de barras. El microchip es un transpondedor que contiene un número único de identificación de 15 dígitos. Un lector se encarga de recibir la señal que emite el microchip, y la traduce en la ‘cédula’ del animal. Posteriormente, en una base de datos se puede consultar el nombre, la raza, la edad, la historia clínica y los datos de los dueños.

El microchip, que no mide más de un centímetro, se inserta debajo de la piel del animal por medio de una aguja que se inyecta en la parte dorsal. El dispositivo es bio-compatible con el tejido de la mascota, por lo que no causa ningún efecto secundario y además dura toda la vida.

La base de datos del SIRAB se encuentra en la web. Allí, los veterinarios se encargan de hacer el registro de los animales, y son los únicos que tienen permiso para modificar los acontecimientos clínicos. Por su parte, los dueños de la mascota también pueden acceder para modificar los datos de contacto en caso de que sea necesario. Así mismo, cualquiera de las dos partes puede reportar la pérdida o la aparición de un animal.

Imagen: Ejemplo microchip de identificación animal.

¿Dónde puedo colocarle el chip a mi mascota? ¿Cuánto cuesta?

Otro de los beneficios del SIRAB es que ha servido como herramienta para registrar las veterinarias legalizadas. Esto quiere decir que un veterinario que no cuente con una tarjeta profesional no puede recibir autorización para ingresar al sistema.

En Bogotá hay alrededor de 1.200 clínicas para animales, y muchas de ellas pertenecen a los llamados ‘teguas’ o falsos veterinarios. Por tal razón, en el SIRAB ya se han inscrito cerca 300 establecimientos certificados y donde usted puede llevar a su mascota para que le pongan el microchip. Consúltelos aquí.

El dispositivo cuesta alrededor de 40 mil pesos en las veterinarias acreditadas. Regularmente, el SIRAB organiza campañas en distintas localidades de Bogotá donde se ofrecen descuentos especiales para la identificación (puede informarse sobre ellas en la cuenta Twitter). Y si usted decide adoptar un animal en el Centro de Zoonosis, la mascota tendrá incluido el microchip gratis.

Foto: Lectura de un microchip que está adentro de un gato. 

Mucho más que encontrar a un animal

Se estima que en Bogotá viven más de un millón de perros, entre domésticos y callejeros. Semanalmente, Zoonosis recibe alrededor de 300 perros y gatos abandonados, perdidos o de la calle. Por ley, estos animales deben permanecer en el centro por 45 días antes de ser sacrificados y cremados. Lo anterior es muy costoso para el distrito.

Entre más animales tengan el microchip, es más probable que las campañas de esterilización y vacunación tengan mayor efectividad, y así exista más control de la natalidad y salubridad de los animales callejeros.

El dispositivo ante todo es una herramienta de trazabilidad, lo cual significa identificar y conocer la vida de un animal desde su nacimiento hasta su muerte. En esta medida, se pueden evitar hechos como que se vacunen gatos más de una vez o se intervenga una perrita que previamente fue esterilizada.

Por otro lado, la plataforma del SIRAB le recuerda a los propietarios de las mascotas cuándo son las fechas de vacunación y desparasitación a través de correos electrónicos. Esto, en últimas, es un servicio de educación en cuidado animal.

Finalmente, se espera que en un futuro próximo en todas las veterinarias y C.A.I. de Bogotá haya lectores de microchips de identificación. Y así, cualquier animal perdido no demoraría en reencontrarse con su familia humana.

Por el bien de los animales y de la ciudad, lo invitamos a compartir este artículo.

*Información y fotos brindadas por Santiago Giraldo, director del SIRAB (http://www.sirab.co/)
 

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