Sage y Onion se mantuvieron en condiciones tan pobres en una granja de cría intensiva, que perdieron gran parte de sus plumas. Sin embargo, estas gallinas ahora tienen una posibilidad de vida gracias a Christy Sue, quién las rescató después de que sus anteriores dueños las abandonaran cuando dejaron de poner huevos con regularidad.

Sue, su nueva dueña, intentó tejer los chalecos para que el frío de Inglaterra no les afectara a estas gallinas, pero se dio cuenta que alguien podía hacerlo mejor, así que se las arregló y encontró varios vendedores vía eBay.

El fenómeno de las gallinas entre los granjeros de Europa y el mundo más que una moda es un problema, ya que estas aves se están convirtiendo en unos de los animales más abandonados en el año al terminar su ciclo productivo. Por eso un grupo de diseñadores austriacos y japoneses, crearon la primera línea de prendas de vestir para las aves que son rescatadas en todo el mundo, y para las que no también.

"Sage y Onion parecen muy felices con sus chalecos, creo que les gusta no sentir frío" afirma Sue cuando viste a sus mascotas.

Edgar Honetschlaeger, diseñador a cargo del proyecto Chickens Suite -quién lanzó su primera línea en 2005-, y una de las tiendas más famosas, ha logrado que estas prendas sean vendidas en cada continente. La ropa viene en diferentes tamaños, los hay tejidos a mano, de tela e incluso trajes de pelo artificial para los dueños alérgicos a las plumas.

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