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DERECHOS HUMANOS Y ROCK EN CIUDAD BOLÍVAR

Esta es la historia de un movimiento que 'rockea' con responsabilidad social. 

Por Jorge Esteban Benavides Noguera

Dos mil mechudos guardaron silencio. En la tarima del noveno festival Metal de las Montañas, siete madres de Soacha contaban la dura historia de haber perdido a sus hijos por causa de los llamados ‘falsos positivos’.

El público, que esperaba con ansias la presentación de la banda caleña Occultus, escuchó respetuosamente. Era una noche de junio en la localidad de Ciudad Bolívar, y el aplauso fue inmenso para estas ‘teloneras’ que, a simple vista, muy poco tenían que ver con un concierto de rock.


Madres de Soacha en el festival Metal de las Montañas 2012

Un hecho así no sucede de un día para otro. Por más de diez años, el Movimiento Rock por los Derechos Humanos de Ciudad Bolívar se la ha jugado por la música como transformadora de individuos y, por tanto, entornos.

Dos cosas validan su trabajo: el auge de un numeroso público roquero en dicha localidad, y que además está conformado por mentes que reconocen las problemáticas sociales y políticas del contexto que habitan.

La idea de este sincretismo de guitarras eléctricas con derechos humanos tiene su origen en el año 2002. Tres amigos de Ciudad Bolívar se dieron cuenta que, al final de los conciertos multitudinarios de rock en zonas centrales de Bogotá, los buses transitaban repletos de jóvenes que tenían como paradero final los barrios del sur de la ciudad.

Entonces, si había la gente, no era descabellado organizar un ‘toque’ dentro de una localidad marginal. Y, efectivamente, hubo ‘toque’: cinco grupos se presentaron en el Polideportivo del Parque La Estancia, en la parte baja de Ciudad Bolívar. Allí llegaron alrededor de 70 asistentes y 150 policías que presenciaron un concierto de novatos y amplificadores defectuosos. Pero muy prometedor.


Integrantes del movimiento en la marcha del 9 de abril. Foto: Cristian González

Con el tiempo vinieron ya no más ‘toques’, sino festivales con convocatorias y audiciones a bandas, buen sonido, tarimas grandes y cientos de asistentes que se congregaban en Santa Viviana, Paraíso, Villas del Progreso, Los Alpes, y otros barrios ubicados en las crestas de la localidad.

La plata ya no provenía de los bolsillos del ‘parche’ de amigos, sino de recursos de la alcaldía local de Ciudad Bolívar. Poco a poco, el enano se creció, y a la vez exigía ser mucho más que un concierto anual de metal.

El año 2007 fue crucial para que ‘rockear’ fuese mucho más que mover la melena. Una oleada de grupos paramilitares en los barrios periféricos de Bogotá implicó el asesinato de muchos jóvenes, sin importar el género musical que escuchaban. Este momento fue el preciso para que naciera oficialmente el Movimiento Rock por los Derechos Humanos de Ciudad Bolívar, a partir de lo que ya se había construido con los festivales.


Festival Metal de las Montañas 2012

La primera acción fue grabar un disco que reunió a 10 bandas de la localidad, que compusieron temas inéditos dedicados a los derechos humanos. El álbum recopilatorio se llamó Metal de las Montañas, nombre que después también recibió el festival.

Del apoyo a los grupos se pasó a la formación de nuevos talentos. La idea de fundar una escuela de roqueros se hizo realidad en 2011 y, hasta el día de hoy, más de 500 personas han recibido clases de profesores universitarios de guitarra, bajo, batería y técnica vocal.

La única condición para tomar los cursos semestrales y gratuitos es asistir a la cátedra en formación política y derechos humanos. De esta manera, en los salones de la Universidad Distrital Sede Candelaria La Nueva, se han reunido desde colegiales hasta líderes comunitarios cincuentones que aprenden de música y política.

La labor de este “parche que quería hacer cosas” ha sido reconocida mundialmente por ser un caso novedoso de movimiento social juvenil. Actualmente, el equipo de trabajo lo integran siete personas de distintas profesiones, y se estima que hay más de 600 vinculados con las acciones que desarrollan. Y todavía hay mucho futuro por delante para esta familia que tiene claro que “el rock no solo es fashion, sino que puede ir acompañado en la mente de lo social y político”. 

 

Festival Metal de las Montañas

Bandas metaleras del país, de Bogotá y de los barrios del sur, han hecho parte de este festival cuya boleta es un alimento no precedero. A pesar de las quejas de los vecinos por "la música satánica", ya se acerca la décima edición del Metal de las Montañas, dos días de música y derechos humanos donde no se permite la presencia de la policía.  

 

 

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