
RETRATOS QUE CUENTAN HISTORIAS EN UN GESTO
Maca Guimoye es una fotógrafa española que anda de paso por Bogotá mostrando en imágenes una parte de su travesía por América del Sur. Este trabajo tiene como eje mostrar la identidad del continente a través de las miradas inocentes de los niños.
Miles de kilómetros, cientos de historias, más de un año de viaje sin rumbo, sin motivo, sin fechas, sólo con la certeza de que ya nada sería igual. El 15 de agosto de 2013, la fotógrafa e historiadora del arte Maca Guimoye dejó España para recorrer Latinoamérica. Desde Recife (norte de Brasil) viajó por todo el litoral, pasó por Uruguay, Argentina, Bolivia, Perú y Ecuador hasta llegar a Colombia.
Actualmente se encuentra realizando una residencia artística en el espacio de Arte y Cine KINO&GRAPH en Bogotá. Precisamente aquí imprimió la primera edición de postales en las que muestra parte de su trabajo fotográfico de los últimos meses.
¿Después de ese largo recorrido hacia dónde está apuntando su trabajo ahora?
La fotografía es el motor de mi viaje y la literatura el combustible que lo alimenta. Me he dedicado exclusivamente al retrato porque tiene mucho que ver con la intuición: reconocer perdidos entre la multitud a los personajes de mi propia novela, de mi imaginario; personas diferentes que brillan con luz propia. Pretendo ser capaz de plasmar el retrato en la mirada, su historia en un gesto.
Mi manera de conseguirlo es a través del lenguaje más directo y universal: la sonrisa. Evito imágenes vacías, no concibo la fotografía sin pasión.
¿Cuál es el objetivo de la serie que imprimió?
El eje es la infancia, ellos son los héroes que conforman la identidad latinoamericana. Armados de una mirada inocente y una sonrisa con la que desafían el destino, nos muestran un espacio donde contemplar el rito de lo cotidiano. Ellos son los héroes anónimos de una realidad que ya no vemos ni intuimos.
¿Qué le ha impactado en este año largo de viaje?
No he querido llevarme la imagen fácil de cada país, al contrario, me he adentrado por los lugares más duros, donde la miseria pone a prueba la dignidad. Ahí es donde me he sentido más viva, he percibido que la felicidad por la que luchan está patente en todo, es una actitud que se percibe en sus rostros, en la música, los bailes, los colores y la alegría.
Es el sentimiento de pertenencia a la comunidad lo que les proporciona respaldo, fuerza y cariño. La tranquilidad y naturalidad de sentirse fuera de juicios y apariencias. La idea de generosidad no es dar porque sobra, sino simplemente porque tienes y debes. Por ejemplo, tuve la oportunidad de pasar unos meses en las aldeas indígenas y me di cuenta que allí no existe el concepto de posesión personal, pues todo pertenece a la comunidad.
La serie fotográfica de Maca se encuentra a la venta en la Librería Centro Cultural Gabriel García Márquez (calle 11 N. 5-60), a haciendo pedidos través de su web www.macaguimoye.com o en sus redes sociales.