Nos encontramos con una propuesta realmente novedosa para el cine colombiano, que se justifica en la fusión del documental y la animación.

Lo que para muchos  representaría un riesgo a fracasar, para Jairo Carrillo, director de Pequeñas Voces, es la manera de contar una realidad que también toca a la infancia y como él mismo lo comenta, cobra absoluta validez ya que “todo el que hace cine, lo hace porque cree en eso, en que la historia se puede contar y en definitiva es un sueño que uno quiere hacer.”

Pequeñas voces, dirigida por Jairo Carrillo y producida por Oscar Andrade, sienta un precedente en el que es posible re-contar temas de violencia, desplazamiento, mutilaciones y reclutamientos forzados desde los relatos y dibujos de  cuatro niños desplazados entre los 8 y 13 años que, desde su experiencia con el conflicto armado colombiano, fueron fuente de inspiración para esta película.

Después de diez años de investigación, se estrena el próximo 16 de Septiembre la primera película colombiana en 3D. Un filme que no resulta redundante en el tema del conflicto solombiano pues como afirma Adela Manotas, directora de arte de la película, “estamos en una situación que entre noticias, esas historias nos las cuentan absolutamente todos los días y van perdiendo  importancia, pero  contadas desde el relato de los niños recuperan credibilidad”.

En definitiva, una propuesta que no puede pasar inadvertida. Aunque no sea fanático de la animación o ya haya perdido la fe en el cine colombiano, es  hora de darle  chance  a propuestas que saben contar historias de una manera diferente y novedosa. Es hora de que las Pequeñas Voces se hagan escuchar. 

Por: Paula Góngora