El artista visual que le da vida al grabado en Bogotá
Desde que Felipe creó Eternamente Efímeros, su proyecto de grado, supo que el grabado, la xilografía y la mezcla entre las figuras orgánicas y geométricas, iban a ser su camino artístico. Hoy hace parte de Taller Trez, uno de los estudios más representativos de la nueva escena artística de la capital.
Apenas terminó el colegio, Felipe Celis tuvo claro que quería explotar su creatividad y por eso terminó matriculado en Artes Visuales en la Javeriana, de donde se graduó el año pasado. Allí encontró su técnica favorita: el grabado, el trabajo libre de la madera con cuchillas de linóleo. “Más que las técnicas artísticas me interesan los oficios tradicionales, el trabajo a mano que pareciera sobrepasar al hombre”, dice este bogotano sobre su arte, que le valió hacerse un lugar en Taller Trez.
A este lugar, un taller creativo de ilustración y grabado de Bogotá, llegó mientras cursaba cuarto semestre. Asistió a la convocatoria de mini print que hizo un parche de amigos que se reunían los viernes para hacer fanzines y compartir su trabajo. Más tarde, esa reunión de amigos se convertiría en este taller, en donde este bogotano de 24 años se desarrolló como artista.
“Pertenecer a Taller Trez ha sido y es de las mejores experiencias que he tenido; he conocido buenos amigos, he viajado y ahora me brinda un espacio para desarrollar casi cualquier cosa que se me ocurra”, cuenta Juan Felipe.
Uno de sus proyectos es Eternamente Efímeros, un trabajo que presentó el pasado 19 de marzo como proyecto de grado y que nació del análisis de las imágenes que había creado sobre grabado a lo largo de su carrera, en las que había mucha alusión al ciclo de la vida.
“Este ciclo parece definitivo y sin escape, pero las imágenes ofrecen una alternativa para mantenerlo vivo”, reflexiona. Cuando expuso su proyecto sintió que tuvo la oportunidad de mostrar bien la técnica del grabado, un mundo prácticamente desconocido para sus familiares y amigos, que hasta ese momento no entendían el encierro de Felipe trabajando con maderas.
Felipe reparte su tiempo entre la búsqueda de convocatorias y la organización de exposiciones con Taller Trez: Metáforas Urbanas, que presentaron en conjunto con artistas mexicanos; 3 de Trez, que sirvió para celebrar los tres años del taller y que actualmente está en la Biblioteca El Tintal y un intercambio académico en el Instituto Superior de Artes de la ONU en Cuba.
En cada una de estas exposiciones ha mostrado obras, diseños y tatuajes que encuentran inspiración en los tatuajes de artistas internacionales como el francés Guy Le Tatooer, Thomas Hepper y los locales Sergio Manrique y Luis Cobra. “Me gusta hacer viajes por el mundo y ver tatuajes tradicionales, que son una constante influencia en mi trabajo, asegura Felipe, que además es un aficionado a los tatuajes.
A la hora de dibujar, las flores, ornamentos y figuras geométricas guían su pluma, aunque su fuerte son los patrones: su obra está medida por las repeticiones de una figura sobre otra.
“Los grabados, dibujos y tatuajes no están vivos pero tampoco muertos; están en el limbo entre ambos mundos y de alguna manera siempre estarán presentes a través de las imágenes para tratar de engañar al tiempo”, explica Felipe sobre la relación entre su trabajo y sus pasiones.
En este momento, está buscando residencias en Buenos Aires donde planea hacer proyectos de grabado con artistas argentinos. “Hay que buscar el espacio para la gráfica y el grabado está muy presente. Pero las personas que compran arte se han enfocado mucho en la pintura y en otras técnicas y no tanto en el grabado”, dice Felipe, que hace parte de nuestros #CreadoresCriollos.