
DE MATADERO A ESPACIO ARTÍSTICO
El mARTadero es un espacio intervenido y autogestionado que recupera la calle com oespacio artístico.
Basura, desecho y escombros cubrían los pisos y las paredes del antiguo matadero de Villa Coronilla, en Cochabamba, Bolivia. Este lugar hoy recibe el nombre de mARTadero, y reúne todas las manifestaciones artísticas, desde cine hasta teatro, graffitii y performance.
Este espacio intervenido es ejemplo de gestión cultural en todo el mundo y fue galardonado con el premio Agentes de cambio de MTV, para jóvenes haciendo la diferencia por sus comunidades en toda Latinoamérica.
El espacio fue construido a finales del siglo XIX, y fue la sede del sector cárnico de Cochabamba durante casi cien años. También se sabe que fue usado como centro de detención en el periodo de dictadura de Hugo Bazner, entre 1971 y 1978.
Actualmente, el mARTadero cuenta con sala de exposiciones, un espacio de producción audiovisual, salas de ensayo, un café cultural y residencia artística, distribuidos en más de 2900 metros cuadrados. Se rige por siete principios muy definidos: innovación, investigación, experimentación, rigor conceptual y formal, integración, intercambio e interculturalidad.
Esta idea se gestó en el 2004, cuando varios colectivos de artistas se unieron voluntariamente y sin ningún interés de lucro, con el propósito de resignificar el espacio en una zona que había sido relegada del resto de la ciudad y que era considerada como peligrosa para la mayoría de cochabambinos.
“Queríamos mejorar la calidad de vida de los habitantes del barrio y mostrar que cualquiera puede acercarse al arte contemporáneo”, dijo a Cartel Urbano Fernando García, director de este espacio.
Precisamente, son los residentes de Villa Coronilla lo más importante para el mARTadero, que si bien incluye todo tipo de propuestas artísticas entre sus muestras, da prioridad a aquellas con un énfasis social.
“Aquí tenemos desde niños jugando, hasta talleres y exposiciones. Nos interesa generar un encuentro social a través del arte. Preferimos ser un espacio cocina, lleno de experimentación e interacción, a un espacio salón, con pinturas inmaculadas que nadie puede tocar.
(Fotos de la intervención de Charquipunk y la brigada negotrópica, en el marco de la bienal de arte urbano).
Pero esa interacción no se limita a los habitantes de Villa Coronilla, sino a creadores en todo el mundo a través de las redes sociales. "Buscamos crear un matadero 2.0 con contenido regido por software libre", cuenta García. De hecho, en este link puede descargar el libro de la historia de este espacio, bajo licencia Creative Commons.
EL mARTadero se enfoca también en propuestas orientadas a destacar el valor social y cultural del barrio Villa Coronilla, por lo que es gestor de la Bienal de Arte Urbano de Cochabamba.
La bienal gira en torno a la unión del pasado y la tradición, con la innovación y apropiación de la ciudad. Participan en total 40 obras de artistas locales e internacionales en todas las técnicas y disciplinas, que intervienen varios espacios de la ciudad.
Y aunque Fernando García reconoce que es difícil tener un espacio autogestionado, para él, lo más importante es la comunicación, tanto con la comunidad como con los integrantes del grupo. "Ahora somos 30 personas, y no hubieramos podido lograrlo sin el diálogo y la unión en cada uno de nuestros proyectos".
Más información sobre este espacio en su página oficial.
Fotos: el mARTadero.